Causas psicológicas y orgánicas de las disfunciones sexuales


Tu disfunción sexual tiene una ¿causa orgánica o una causa psicológica?

Una disfunción sexual (eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo, disfunción eréctil u otra) deriva de una serie de factores de la vida de las persona que no siempre son muy fáciles de identificar.

En general sabemos que las causas psicológicas son las más comunes, tenemos también causas orgánicas y otras denominadas mixtas.

Las disfunciones sexuales presentan características particulares, sin embargo, algunas de ellas muy similares a las de la disfunción eréctil de dónde han sido tomadas las oraciones que aparecen más abajo y que te permitirán darte una idea del origen de tu problema con el objetivo de buscar al profesional adecuado quien, -una vez que le proporciones la información requerida-, hará el diagnóstico correspondiente que dará paso al tratamiento.

Procedimiento:

Lee con cuidado cada una de las siguientes oraciones, reflexiona sobre tu problema y evalúa si tu caso corresponde más con una causa orgánica o más con una causa psicológica. Esta reflexión te proporcionará más elementos para que busques la ayuda profesional que requieres.

 

Causas psicológicas:

* El problema aparece en cualquier momento de la vida de la persona de manera repentina, como surgida de la nada, sin previo aviso

* El problema aparece por algún motivo desconocido, especialmente cuando estamos con una persona en particular (justo la persona con quien quisiéramos funcionar bien), y sentimos que con otra/s personas no nos sucedería lo mismo (aunque no lo hayamos comprobado)

* El problema se presenta solo en ciertas situaciones fuera de las cuales podemos experimentar la excitación, el deseo y el orgasmo

 

Causas orgánicas:

* El problema aparece de manera gradual en el transcurso de la vida de la persona

* El problema aparece siempre, estemos con quien estemos (lo hayamos comprobado o no)

* El problema se presenta en todas las situaciones sin distinción; podemos modificar completamente las situaciones y el resultado sigue siendo el mismo.

 

El profesional adecuado para tu caso te proporciona confianza, elabora tu historia clínica y de ahí te da detalles sobre el problema que coinciden con tu propia experiencia, te propone un procedimiento a seguir que contiene objetivos y número de sesiones; es importante que en cada sesión sientas que estás avanzando hacia su resolución.

Si no sucede así es que algo no está bien y puedes pedir explicaciones o abandonar el tratamiento.